Debido a su papel, la unidad de demencias es un lugar complejo. Aquí es donde se toman decisiones, se observan y diagnostican a los pacientes, además de escucharse a las familias. Pero, es también un sitio donde los distintos expertos se encuentran, e intercambian y comparten dudas, ideas y conocimiento. La forma de dialogar entonces ocupa una importante parte del día, es decir, trabajar en EQUIPO entre familias, neurólogos, psicólogos, neuropsicólogos, trabajadores sociales, geriatras y enfermeras.
La tipología de esta unidad está organizada de tal manera que los despachos de los expertos se ramifican a partir de un espacio central, que aparece como una calle interna. Es una columna vertebral donde se proyectan las conversaciones entre profesionales. La calle como un lugar de encuentros, donde los especialistas traen noticias, construyen argumentos, dándose apoyo mutuamente. Es un lugar para leer y contemplar, conversar y dialogar. Para adaptarse a los diversos grupos, distintas mesas de reuniones se encuentran a lo largo de la calle en diferentes escalas e intensidades, acumulando una variedad de experiencias como parte de la intensa investigación que se trabaja en AlzheimUr en conjunto. Si antes el trabajo individual era apreciado, ahora el trabajo en grupo o equipo de investigadores está siendo la norma, hasta llegar a abarcar un escenario internacional ya que los colaboradores hoy día no están obligados a estar presentes físicamente en el mismo sitio. Las nuevas tecnologías han cambiado la forma de trabajar.
La común búsqueda del conocimiento hace que el espacio central, o la calle, sea identificada como biblioteca, un espacio físico y intelectual donde cada una de las historias pueda ser localizada y contada con una variedad de recursos. Es un lugar que fomenta experiencias y donde las interacciones son importantes para generar conversaciones y debates. La biblioteca, que antes era un lugar construido como espacio para el estudio individual, se ha transformado en un escenario para diálogos y vida social. Pero distinta a una calle mayor, la biblioteca es un lugar calido como el cuarto de estar donde huéspedes e invitados abordan conversaciones, con plantas que forman parte del interior por dejar el exterior entrar por el balcón y por los patios interiores. Es un espacio enriquecido que devuelve a los expertos a sus despachos privados donde reciben a los pacientes y sus familiares. Estas consultas rodean la montaña y así los pacientes van paseando por un balcón verde que envuelve a la unidad de demencias. Un camino verde que ofrece descanso y tema para la conversación, mirando hacia la huerta mientras esperan o estando cerca de un pino que cruza el techo para abrir la mirada hacia el cielo.
La tipología de esta unidad está organizada de tal manera que los despachos de los expertos se ramifican a partir de un espacio central, que aparece como una calle interna. Es una columna vertebral donde se proyectan las conversaciones entre profesionales. La calle como un lugar de encuentros, donde los especialistas traen noticias, construyen argumentos, dándose apoyo mutuamente. Es un lugar para leer y contemplar, conversar y dialogar. Para adaptarse a los diversos grupos, distintas mesas de reuniones se encuentran a lo largo de la calle en diferentes escalas e intensidades, acumulando una variedad de experiencias como parte de la intensa investigación que se trabaja en AlzheimUr en conjunto. Si antes el trabajo individual era apreciado, ahora el trabajo en grupo o equipo de investigadores está siendo la norma, hasta llegar a abarcar un escenario internacional ya que los colaboradores hoy día no están obligados a estar presentes físicamente en el mismo sitio. Las nuevas tecnologías han cambiado la forma de trabajar.
La común búsqueda del conocimiento hace que el espacio central, o la calle, sea identificada como biblioteca, un espacio físico y intelectual donde cada una de las historias pueda ser localizada y contada con una variedad de recursos. Es un lugar que fomenta experiencias y donde las interacciones son importantes para generar conversaciones y debates. La biblioteca, que antes era un lugar construido como espacio para el estudio individual, se ha transformado en un escenario para diálogos y vida social. Pero distinta a una calle mayor, la biblioteca es un lugar calido como el cuarto de estar donde huéspedes e invitados abordan conversaciones, con plantas que forman parte del interior por dejar el exterior entrar por el balcón y por los patios interiores. Es un espacio enriquecido que devuelve a los expertos a sus despachos privados donde reciben a los pacientes y sus familiares. Estas consultas rodean la montaña y así los pacientes van paseando por un balcón verde que envuelve a la unidad de demencias. Un camino verde que ofrece descanso y tema para la conversación, mirando hacia la huerta mientras esperan o estando cerca de un pino que cruza el techo para abrir la mirada hacia el cielo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario