17 julio 2006

DISECCIÓN DE LA TOPOGRAFÍA

Se procede a una disección de la topografía, con el fin de elaborar un mapa de usos del lugar, a modo de manual de instrucciones de cómo intervenir en el paisaje sin alterar su esencia.

cambio de escala de velocidad

Un estudio a tres escalas distintas permite una aproximación progresiva al terreno. Empieza desde una escala regional, donde se aprecia la comunicación del solar con las poblaciones colindantes, hasta llegar a la escala Alzheimur, mucho más detallada, que informa de las posibilidades de tráfico en el interior de la parcela, pasando por una escala intermedia, la escala de la urbanización, que descubre la aparición de nuevos accesos al solar. El acceso por la parte inferior, desde la carretera, permitiría descongestionar el acceso oeste, desde la urbanización, de tráfico más lento por ser una vía que discurre por la urbanización. Un tercer acceso podría existir en el norte. Estos nuevos accesos podrían ayudar a diferenciar tipos de usuarios según el acceso, reservando alguno de los accesos a los trabajadores o a la llegada del suministro, de manera a conseguir un tráfico fluido.

diagnóstico de la estructura

La topografía determina la intimad del lugar. Existen distintos gradientes de privacidad, desde la más mínima hasta la total. Esta topografía tan marcada obliga a adaptar todas las construcciones a su forma. Así, el sistema de contención se adapta a las curvas de nivel. Podemos distinguir variaciones diferenciadas de la pendiente, y se han establecido tres planos para un primer estudio: la carretera, que supone un gran impacto; la pedrera, suelta, resulta más complicada de trabajar y el talud menos acusado, fértil, que abre una posibilidad de plantación. También conviene tener en cuenta las posibilidades que ofrecen la acequia y el huerto de limoneros. La acequia propone una guía para recorrer el lugar. En cuanto al huerto, ofrece una imagen cambiante según la estación, además de visuales y relaciones cruzadas.

ambientes sorprendentes

Una ascensión en busca de la exploración de los ambientes. Las pendientes acusadas empiezan indicando sequedad, un aire arenoso, grietas. El paso a la pinada abre la puerta a una vegetación frondosa que obliga a reducir la velocidad e inspira tranquilidad y serenidad, además de ofrecer visiones fugaces del exterior. La pinada de troncos laberínticos actúa como un tejido parasol. Más adelante aparece una fisura, el canal. Avanzando un poco más el ambiente es de secano, lo que obliga a pensar en estrategias de reserva, de captación del agua. Conforme alcanzas la cumbre aumenta la pendiente, pero también la exclusividad: llegamos a un lugar soleado por desprotegido. Ante nosotros queda el vacío, un vacío artificial del terreno que a su vez ofrece una brusquedad aprovechable.

estímulos sensoriales

La ascensión por la topografía implica un cambio de aromas, sonidos y luz, todos ellos representativos de la región: el azahar, el romero, las chicharras, el trinar de los pájaros, la luz verde y fresca… Estos cambios resultan muy significativos a la vez que se corresponden con la esencia del lugar. Su conservación es esencial para recuperar la memoria del lugar.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Yo añadiría ...para recuperar la memoria del lugar...y mantener la de sus usuarios. La integración del entorno con el proyecto arquitectónico que estáis reflejando me parece maravillosa. El proyecto debe permitir y, así veo que lo reflejáis realizar todo tipo de actividades directamente con el entorno, con los olores, las plantas y la música de la naturaleza.